Liberto López de la Franca
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El Día de Ciudad Real (16 de Agosto de 2010)
«Ciudad Real es una ciudad donde se mastica la envidia»
16-AGOSTO-2010. CIUDAD REAL
El pasado 29 de julio debutaba en el programa de Telecinco ‘Las joyas de la Corona’. ¿De qué forma llegó hasta él?

—Telecinco se puso en contacto conmigo después de ser elegido entre 12.000 personas de toda España. Cuando me explicaron que era un reality y que era algo muy particular, les dije que no tenía interés en ello, pero me aseguraron que era un programa serio, que era una escuela de glamour. Lo primero que hice fue valorar si merecía la pena o no porque al ejercer el cargo de jefe de la Casa del Infante me condicionaba mucho. Tras realizar las consultas pertinentes por mi tipo de trabajo, decidí afrontar el proyecto. En cuatro ocasiones, Telecinco se puso en contacto, y en tres de ellas les dije que no. A la cuarta me convencieron, me dieron toda la seguridad y garantía. Antes de decir que sí, hablé en privado con don Leandro Alfonso de Borbón y le expuse el proyecto. Desde luego fue un momento muy entrañable entre él y yo. Me dijo que era una oportunidad en mi vida que podía traerme buenas cosas si lo hacía bien. Me dijo que tenía que aceptar el proyecto porque el tren solo pasa una vez y añadió “tú me has ayudado mucho, has levantado mi Casa y a mí también”. Tener el respaldo de tu jefe, de Leandro Alfonso que es padre, amigo y todo para mí, hizo finalmente que accediese al programa. Así que primero hubo un sí de mi parte, otro de Zeppelling y otro de Telecinco. Hice unas pruebas y gustó tanto que me dijeron que firmase el contrato con la directora general. Poco a poco el proyecto fue madurando. Conocía a Nacho Montes, a Mariasela Álvarez y a Bárbara Senillosa, aunque tenía ciertos prejuicios respecto a Carmen Lomana. Pero la experiencia  con el profesorado ha sido estupenda y maravillosa, sin distensiones, con mucho cariño. Un equipo fantástico. Carmen Lomana me ha descubierto ser una persona con una gran sensibilidad, con una energía maravillosa. Es una mujer revestida de un glamour, de un saber estar, de una cordialidad,... Todo se concentra en una mujer de la que estoy, verdaderamente, sobrecogido.         
—¿Qué miedos tenía para rechazar en tres ocasiones la propuesta?

—Que esto se convirtiera en todas las cosas que últimamente se han visto en Telecinco. Tenía miedo de ciertos programas que todos conocemos y que traen como consecuencia riñas, o que pudiese convertirse en un Gran Hermano, o alguna cosa de esas que he detectado siempre. Tenía mis reticencias, ya que los reality tenían una imagen hacía mí muy negativa. Cuando me seleccionaron, me puse como los gatos, de uñas. No era tanto en cuanto el tema económico, que estaba muy bien, y la fama, sino la imagen y el nivel que tenía. Ahora todo es distinto. Creo que el programa tiene muy buena crítica, ya que estamos haciendo una labor que gusta. Lo que después he vivido con los chicos, en la casa es algo irrepetible. No son chicos salidos del barrio de Salamanca, pero tampoco tienen porqué esconderse. En ellos hay una gran nobleza aunque hagan y digan, puesto que  saben pedirse perdón. He experimentado  cosas preciosas con ellos y desde luego, están aprendiendo.
—¿Y cuál es el papel que desempeña en el programa?

—Soy profesor de historia, de protocolo de Estado, de protocolo general, de cultura básica y humanista. Mi papel también es muy paternal,  es el humanizar, el de darle el toque de elegancia en la medida de mis posibilidades a estos fieras, a estas perlas salvajes que llegaron a la corona y que eran diamantes y esmeraldas en bruto. Y es que lo que pretendemos es que haya un cambio consustancial e importante en la imagen de estos jóvenes. Lo que queremos es quitarle la máscara de hierro a estos chicos y enseñarles a ser ellos mismos, conservando su esencia. Desde luego, lo que no pretendemos es despersonalizar.  
—¿Considera que hay que pulir más a la juventud de hoy en día que a la de antes?

—La juventud siempre ha sido terrible, desde tiempos de los griegos. Está escrito en los papeles de la historia. La juventud de hoy día es rebelde, ignara y se deja llevar, con una falta de carácter y personalidad tremenda, que no sabe discernir entre el bien y el mal.No hay una revolución interior de la juventud, que piense por sí mismo, que sea auténtica, que sea ella, que haya una creatividad. Los chicos de hoy viven en una irrealidad total, rodeada de una falta de esperanza y la esperanza tiene como frontera la ilusión y si tú le quitas la esperanza y la ilusión a los jóvenes, la decapitan. Qué ilusión está generando el Gobierno de Zapatero  con los jóvenes, si no está creando más que una desesperanza, una temeridad, una falta de visión, de percepción y de futuro. A la juventud hay que venderle el futuro.  
—¿Se imaginó algún día dar clases de Protocolo a un grupo de 12 jóvenes en la televisión?

—Jamás. La norma y la regla de la providencia es lo inesperado. Nadie esperaba un 23-F y llegó, ni un 11-M, ni un Bin Laden, ni un Juan XXIII, y se revolucionó la iglesia católica universal. Para mí esto ha sido algo inesperado, muy bien canalizado, muy bien hecho, y aunque me surgieron muchas dudas una vez aceptado,  todo ha ido muy bien.
—¿Le está resultando difícil pulir a esos seis diamantes y seis esmeraldas que son los concursantes?

—Al contrario, muy fácil y ameno, lo que pasa es que los chicos se dejan abandonar en algún momento. Eso le ha pasado a personajes como Adolf Hitler, Stalin o Marie Curie. En determinados momentos eran muy educados y en otros momentos se dejaban abandonar. Los jóvenes tienen esa capacidad, esa deformación que en un momento están muy educados, pero cuando los profesores nos damos la vuelta vuelven a las andadas. A mí lo que me preocupa es si vuelven a su propio hogar y se encuentran con la misma vivencia, con la misma circunstancia y con el mismo entorno familiar. Desde luego, el entorno familiar es determinante.
—En pocas palabras, ¿cómo definiría a Carmen Lomana y cómo es su relación con ella?

—Es una mujer irrepetible. Creo que no ha habido una mujer más elegante en España de las que he conocido. No ha habido una elegancia en España tan sublime desde los tiempos de Victoria Eugenia de Battemberg. Una mujer elegantísima es doña Sofía de Grecia, pero a título de calle , Carmen Lomana es la esencia del glamour en todos los órdenes establecidos. Es una mujer culta, prudente, que no habla mal de nadie, que piensa lo que dice, que dice lo que piensa y que actúa como piensa. Desde luego, es una mujer íntegra en todos sus contenidos, tendrá algún defecto, porque claro, de momento puede ser frívola, pero la frivolidad es un síntoma de inteligencia. Lomana es una persona muy inteligente, cuya inteligencia está basada en el amor. En definitiva, una mujer sensible y tímida. Es una dulcinea enamorada de estas tierras, es una mujer enamorada de España.   
—¿Qué ha supuesto en la vida de López de la Franca el programa ‘Las joyas de la Corona’?

—Un antes y un después. Este programa me ha servido para demostrarle a aquellos enemigos que tengo (aquellos que no me han dado la oportunidad de conocerme y que me juzgaron duramente sin conocerme), sobre todo en Ciudad Real, que no se puede juzgar a un ser humano, en ninguno de los ámbitos, sino se le conoce. Con esto he demostrado que tengo una integridad, que tengo capacidad de trabajo no sólo en esto. Yo me desarrollo en el campo humano y profesional con el Infante de España y creo que he venido demostrando durante mucho tiempo que soy capaz. El incapaz es el que no sabe. Muchos de los que antes no se atrevían a felicitarme, a hablarme, a acercarse, ahora se han quedado deslumbrados al verme en televisión, pero ¡si yo sigo siendo el mismo! Ni estoy arriba, ni abajo, siempre he sido el mismo para mi familia, mis amigos, para detractores y admiradores. Detecto tanto a los que hablan por boca de ganso, como a los aduladores. Desde luego, creo que a partir de ahora habrá un cambio potencial en mi vida.  
—Polémicas aparte. ¿Considera que su paso por el programa de Carmen Lomana puede generar ciertas envidias o rivalidades entre la gente de Ciudad Real?

—Soy historiador de mi ciudad, amo con locura mi ciudad y he entregado lo mejor de ello. Y eso ahí está y se puede demostrar. A mí lo que digan o dejen de decir, si hay rivalidades o no...Desde luego, Ciudad Real es una ciudad donde se mastica la envidia. Si hay  una capital de provincia de Estado donde hay personas más envidiosas por metro cuadrado, se llama Ciudad Real. Decía un gran escritor que es la ciudad más desleal con los propios ciudadanos. Una ciudad destructiva donde sus propios ciudadanos han destruido sus señas de identidad como es el patrimonio histórico. Eduardo Matos me decía: fíjate que gente más malvada habrá en Ciudad Real y más envidiosa que ellos mismos se han cargado sus propias señas de identidad. Desde luego, no concibo como un segoviano va a ir con una piqueta a tirar el acueducto de Segovia o un toledano la puerta de Bisagra. Sin embargo, esto en Ciudad Real es una constante y un hecho continuo. Aquí hay personas que han estado trabajando como Emilio Martín por la Semana Santa y a la que se le ha pagado con la moneda de la ingratitud. Personas que como Joaquín García Donaire no iba a Ciudad Real porque le daba asco. A mí me lo decía: me da asco Ciudad Real porque me ha hecho tanto daño la gente de allí. Somos muchos los exiliados de la ciudad. En Ciudad Real los cargos de responsabilidad política están ocupados por las personas más mediocres del mundo. Por eso vuelvo a insistir, los que hablen o tengan ciertas envidias es que ni tienen el gusto de tratarme humanamente, ni han cruzado ni una palabra conmigo. La envidia de esos señores es la muleta donde se guarecen los necios, los cobardes y los mediocres. Machado decía que España era madrastra de sus hijos verdaderos, y desde luego, Ciudad Real es muchas veces madrastra de sus hijos verdaderos. Pero aún así, le daré un beso en la boca a mi ciudad, a la ciudad a la que tanto amo, en contra de esas personas que son minoría, y que además no tienen la capacidad y valentía de dar la cara.   
—Por último. El próximo otoño tendrá lugar en Ciudad Real una reunión internacional de Borbones convocada por Su Alteza Real el Infante de España, Leandro de Borbón. ¿Qué nos puede adelantar  a este respecto?

—Todas las familias Borbón que se reparten por el mundo, van a venir a España. En un principio este I Congreso quería hacerse en Toledo, pero finalmente se va a celebrar en Ciudad Real el segundo fin de semana de octubre. Estará presidido por don Leandro de Borbón y será un cónclave nada más que de Borbones. De momento ya han confirmado su asistencia algunos Borbones, pero no se puede decir nada por motivos de seguridad. Se han enviado 312 invitaciones al extranjero. De momento no sabemos si asistirá su Majestad El Rey, Juan Carlos I, pero se le va a invitar. Desde luego, vendrán Borbones de Australia, Francia e Italia, entre otros países.

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